“¡Mira, la Gran Manzana!” “¿La Gran Manzana? Eso me suena a Nueva York, no a Medellín”. Reacciono sorprendido al escuchar la exclamación de mi nieta Mariale mientras nos acercamos al Centro Comercial Oviedo, durante nuestra visita a esta ciudad colombiana. La manzana es una gigantesca escultura de jardín de 12 metros de altura compuesta por 11.000 plantas. Se encuentra en las inmediaciones de dicho centro comercial que lo donó a la ciudad. Medellín se enorgullece de ser la ciudad de la eterna primavera. Honrar la naturaleza es parte de la idiosincrasia de sus habitantes.
Antes de recorrer el lugar caminamos por este tramo de lo que llaman la “Milla de Oro” en busca de Andrés, un famoso restaurante de carnes. Llama la atención casi de inmediato, porque en el espacio exterior junto a la acera hay esculturas de vacas con manchas de colores, entre otras decoraciones a juego. Emocionada sigo hacia el local cuando al abrir la puerta el impacto visual me deslumbra. A esta hora del día no esperaba luces de neón en un espacio semioscuro, ni esperaba que música moderna a todo volumen llenara el lugar. Me da la impresión de que este es un lugar para gente joven a la que le gustan los perros a la hora de comer, además de que como escenario de ocio nocturno debe tener mucho éxito.
Siguiendo la ruta
Entrada al restaurante Andrés Medellín.
De vuelta a la calle, no parece haber ningún otro restaurante alrededor. Volvimos al Centro Comercial Oviedo a buscar uno. Mientras caminamos por su interior admiramos la naturaleza presente allí. Echamos un vistazo a una que otra tienda hasta llegar a un amplio pasillo donde vemos un par de cafeterías y restaurantes. Nos decidimos por el Café Le Gris. Pedimos el menú.
Pollo indonesio en Café Le Gris.
Mientras Mariale opta por una hamburguesa, yo pido pollo indonesio. Viene con una ensalada que tienes que parar y elegir. Decido no comer ensalada. El pollo viene con “guarniciones” aparte, en sus respectivos platos: pasas, ciruelas, garbanzos, chutney de mango, manzana, maní, tamarindo y pepino con yogur. Pongo un poco de cada uno en un lado del plato y los combino con el pollo como me apetece. Disfruté muchísimo este pollo indonesio, hasta el punto que Mariale se arrepintió de no haberlo pedido. (La cuenta generó 133.296 pesos colombianos. Poco más de 30 dólares). Al final tomé Peppermint Aromatica. Viene con la cuchilla en el agua. No lo cobraron. (Mi nieta Mariale Ramos R. tomó las fotos para este artículo en Listín Diario).
Guarniciones de pollo indonesio.
gran manzana
La Gran Manzana en Medellín, Colombia.
La escultura viviente de la Gran Manzana fue creada por el arquitecto Pascual Celis. Su simbología es el respeto por la naturaleza y el medio ambiente.